El árbol que plantamos se quemó convirtiéndose en cenizas.

Solo quiero una sonrisa en la cara cada día. Una sonrisa de verdad, de las que pones cuando estás feliz, no de esas que se ponen para aparentar que todo está bien. Pero la vida es tan injusta, que hace lo imposible para que no la tenga.


Yo lo digo: Nunca des explicaciones. Los amigos no las necesitan. Los enemigos no las creerán.


Y esas frases tienen toda la razón. Analizando estas frases pienso que:


 Los amigos saben cuando estás deprimido, nervioso, asustado por algo, ect... no hace falta que te pregunten ni que les des explicaciones. Aunque no sepan de que va el tema te animan igualmente. Como si no les cuentas nunca el por qué de tu tristeza. Les va a dar lo mismo con tal de sacar esa sonrisa que tu mismo pides.


Los enemigos... en fin. No me gusta ser rencorosa... pero me han hecho muchas putadas y como a todo ser humano (seres fantásticos y de cuentos aparte), no me gusta que me las hagan. Claro está, que si te dicen algo y te ofende, te defiendes, no a patadas ni tirones de pelo, sino con palabras (a poder ser no de las que duelan. Siempre y cuando el otro no las diga primero claro). Ya me pasó hace poco.
Discutí con las que creía eran mis amigas desde hace 2 años por culpa prácticamente de mal entendidos... Me pidieron explicaciones y se las di. Claro, no eran amigas de verdad, eran... ''amienemigas'' como digo yo. De esas personas que son muy amigas hasta que hay una ''movida''. De esas, que si te cabreas con una se cabrean todas con una sola persona, aunque la razón la tengas tu y no las demás, les da igual. De esas, que sinceramente, van contigo por pena, por añadir una al grupo. Yo las veo así, ellas, no estarán de acuerdo.
En conclusión, les di explicaciones y solo me hizo falta ver su cara. La de todas y todas iguales.
Solo al ver los ojos, esos ojos moviéndose sin punto fijo para no mirarme fijamente. Mover la cabeza de un lado a otro y sonreír, es otro gesto que delata a mucha gente, sobre todo sonreír, pero no con la sonrisa que yo estoy pidiendo, sino con una sonrisa... ¿de asco? Si, creo que así la describiría yo.
Al final no solucionamos nada. El árbol que plantamos se quemó convirtiéndose en cenizas. La verdad no echo de menos a casi ninguna del grupo, pero como tampoco defendieron lo que decía... que vivan su vida, que yo viviré la mía buscando esa sonrisa, con la que empecé a escribir. Solo quiero una sonrisa de verdad.